En general, la evaluación neuropsicológica se recomienda cuando existen síntomas o quejas que afectan a alguna de estas capacidades. Las causas que originan estos problemas cognitivos pueden ser de tipo médico, neurológico, psicológicos o genético.
Si nos centramos en población infanto juvenil hay en la actualidad un mayor consenso en relación a las patologías en las que es altamente aconsejable realizar una evaluación neuropsicológica:
- Trastorno por Deficit de Atención e Hiperactividad (TDAH)
- Retrasos madurativos
- Problemas de aprendizaje (dislexia, acalculia, etc)
- Trastornos del espectro autismo
- Trastornos generalizados del desarrollo
- Alteraciones genéticas (X-Frágil, Síndrome de Down)
- Parálisis cerebral, epilepsias, , etc.